Julio, el mes libre de plástico

 

 

 

 

 

 

El movimiento internacional Plastic Free July nace en 2011 a la cabeza de Rebecca
Prince-Ruiz, quien al descubrir la cantidad de residuos que ella misma generaba,
tomó la decisión de no usar más plástico durante el mes de julio, invitando así a sus
vecinos, amigos y compañeros de trabajo, lo que desencadenó una campaña
mundial.

Para nadie es un secreto que casi todo lo que tenemos a nuestro alrededor contiene
plástico: la ropa, la tecnología y hasta la comida; por eso no se trata de satanizar
este material, ya que si fuéramos extremistas y dijéramos que no lo vamos a usar
más, probablemente no podrías estar leyendo este artículo. Lo que debemos hacer
con este movimiento es interpretarlo como una manera de crear conciencia sobre el
despilfarro de nuestros recursos y cómo podemos disminuirlo.

Es necesario cambiar nuestra mentalidad como sociedad de usar y tirar, por una de
usar, reutilizar y reciclar. El verdadero reto es trabajar por la reducción de los
residuos plásticos, primero reduciéndolos, luego reutilizándolos y por último
reciclándolos, manteniéndolo así en una economía lineal.

Todos los actores tenemos diferentes responsabilidades, está en la sociedad el
deber de consumir de manera responsable, reducir el consumo exagerado, separar
adecuadamente los residuos y entregar al reciclador, está en el gobierno la
responsabilidad de administrar todos los recursos para proveer infraestructura,
formalización y desarrollo de la economía circular y está en las industrias la
obligación de responsabilizarse de sus desechos, reducir la extracción de materias
primas y preferir materiales que sean ambientalmente adecuados y más amigables
con el planeta.

¡Que no sea solo julio sino todo el año con menos plástico! Que el cambio empiece
desde cada uno. Rechaza los plásticos de un solo uso. Con acciones pequeñas
como no pedir pitillo o cambiar las botellas de agua plásticas por una de vidrio,
logramos grandes cambios.