Todas las personas del planeta generamos residuos diariamente y durante toda la vida; sin embargo hemos visto los residuos como aquellos materiales que no queremos volver a ver por qué simplemente ya no son útiles para nosotros. Es por esto que las sociedades durante décadas han tenido que buscar la manera de manejar los residuos y por excelencia el método usado ha sido el denominado “enterramiento”. Como su nombre lo indica, consiste en enterrar los residuos y luego sembrar.
Estos procesos desarrollados de manera artesanal se reconocen como: “botaderos a cielo abierto”, los cuales han sido generados por la comunidad de una manera histórica para dar solución a lo que en gran volumen es un problema, la generación de residuos.
El manejo de residuos a escala urbana trae consigo una serie de riesgos para las comunidades aledañas y para el ecosistema en el que se encuentran, como deslizamientos, olores, contaminación de fuentes hídricas e incluso explosiones por concentración de gases. Por tanto con los avances en ingeniería a través de los años, ha sido necesario desarrollar obras específicas para el manejo de residuos llamados: rellenos sanitarios. Así que tus residuos van a botaderos a cielo abierto o rellenos sanitarios dependiendo del lugar donde vivas en Latinoamérica.
Entendiendo que los botaderos a cielo abierto constituyen un problema para las sociedades, los gobiernos se han propuesto cerrar los botaderos y construir rellenos sanitarios, esta ha sido un ardua tarea en la última década para países como Colombia, Ecuador y Perú, puesto que la población incrementa y con esta aumenta también la generación de residuos, adicionalmente cada vez existe menos espacio en el territorio para la construcción de una obra para manejar residuos, en especial porque nadie quiere vivir al lado de un lugar como estos.
El espacio en estos lugares para enterramiento se está agotando, porque cada día somos más personas en el planeta generando residuos y algunas poblaciones en el mundo incluso han entrado en emergencia sanitaria por esta razón.
Te estarás preguntando ¿y yo qué puedo hacer para ayudar en este problema?, en realidad puedes hacer mucho con tan solo estos tres pasos:
1. Piensa antes de comprar si necesitas ese artículo y verifica si es reciclable
2. Piensa cual será el segundo uso que le darás antes de desecharlo
3. Asegúrate de enviarlo a reciclaje con un reciclador
De esta manera, estarás disminuyendo la cantidad de residuos que llegan al enterramiento y además estarás ayudando a otros . Ser solidario con los otros, es ser solidario con el planeta y si esto último sucede eres solidario contigo mismo porque tú haces parte del planeta.